lunes, 30 de mayo de 2022

A DESIRED MOTHERHOOD PROJECT NEEDS YOUR HELP



We are a group of Olga Marcela Cruz’s friends -our dear Olguita-, who several years ago started a beautiful, rebellious, and tumultuous path: against all odds and expectations she decided to become a single mother by choice. She’s convinced of her decision and of the family model she’s chosen to form, although from the beginning she knows that this is not an easy path.

Those of us who know her, know firsthand that her project can become a tireless struggle. After years of unsuccessfully trying to get pregnant and having gone through a miscarriage, Olguita decided to start an assisted reproduction treatment. In Colombia this type of procedure is not included in the general healthcare system or health insurance services, so for her there is no other way than a private clinic. She chose the Profamilia Fertility Clinic, an entity with a great trajectory in this field, but also recognized in the country for defending and promoting access to sexual and reproductive rights; there she found excellent professionals who have guided and accompanied her throughout the process without judgment or hesitation.

With great physical, emotional, and economic effort, Olguita began the treatment this year. In its first phase she underwent an artificial insemination procedure which was not successful because with low complexity treatments like that, the chances of success are very limited. The next step is the in-vitro fertilization (IVF) which is a slightly more complex procedure. The IVF has several stages: first, Olguita will take high doses of hormones to stimulate her egg production which in turn will be removed on a surgery-like procedure. Then the fertilization is performed in a laboratory and a few days later they will transfer the fertilized eggs to her uterus. Olguita will also need specialized medications to prepare her endometrium so she can sustain the pregnancy. After the procedure, she will need to be under strict medical control and get special care at home.

Although Olguita has a lot of support and a budget to cover the first part of the treatment, she still needs funds to cover all costs. Today we are inviting you to help and raise funds for specialized medications, additional tests, and other expenses, none of which are covered by her health insurance.

Here are the detailed costs:
- Specialized medications: COP $7'500.000
- Additional tests: COP $1'500.000
- Transportation and special care: COP $1'000.000
TOTAL: COP $10'000.000

Looks like a very large figure, but we all together can make it happen! Any donation, any contribution no matter the amount is more than welcome. You can make your donations at:

Bancolombia Savings Account No. 91200988839 in the name of Olga Marcela Cruz
Nequi o Daviplata (Colombia) 3134709095 (Cel number)

We will update through social media about the fundraising status!! Your help will be much appreciated!!

If you want to know more about this story, you can check out her social media and blog (in Spanish):
Instagram and Facebook: @lolatejedoramspe

domingo, 22 de mayo de 2022

UN PROYECTO DE MATERNIDAD DESEADA NECESITA DE TU AYUDA

Mis amigas, que son mi tesoro, crearon esta campaña llena de amorcito 💖💖💖 para apoyarme en este sueño. Si quieren saber más de mi historia y apoyarla, pueden leer y compartir esta nueva entrada llena de esperanza 🌈🌈🌈
Gracias!!! de verdad muchas gracias 🙏🏽🙏🏽🙏🏽


Somos un grupo de amigas de Olga Marcela Cruz —nuestra querida Olguita—, quien hace ya varios años emprendió un bello, rebelde y no menos tumultuoso camino: contra todo pronóstico y designio, contra viento y marea, se ha propuesto ser madre soltera por elección. Ella está convencida de su decisión y del modelo de familia que ha elegido conformar, aunque desde el inicio ha sabido que no es un camino nada fácil.

Quienes la conocemos sabemos de primera mano que su deseo se convertiría pronto en una incansable lucha. Luego de años de intentar quedar embarazada sin éxito y de haber pasado por un aborto espontáneo, Olguita decidió iniciar un tratamiento de reproducción asistida. Pero en Colombia este tipo de procedimientos no está incluido aún en el Plan Obligatorio de Salud ni es cubierto por planes o pólizas médicas especiales, por lo cual no hay otra salida que el sistema privado. Ella eligió la Clínica de Fertilidad de Profamilia, una entidad de gran trayectoria en este ámbito, pero además reconocida por defender y promover el acceso a los derechos sexuales y reproductivos; allí ha encontrado unas excelentes profesionales que le han orientado y acompañado durante todo el proceso sin juicios ni reparos.

Con un gran esfuerzo físico, emocional y económico, Olguita inició este año el tratamiento. En su primera fase, se sometió a un procedimiento de inseminación artificial, pero tampoco fue exitoso. Dado que en tratamientos de baja complejidad como este las probabilidades de éxito son muy limitadas, ahora es necesario recurrir a uno de alta complejidad: la fecundación in vitro (FIV).

La FIV tiene varias etapas. Primero, Olguita requerirá del suministro de altas dosis de hormonas para estimular su producción de óvulos, los cuales se extraerán luego mediante cirugía ambulatoria. La fecundación se realiza en laboratorio y, unos días después, se hace la transferencia al útero. Olguita también deberá recibir medicamentos especializados que preparen su endometrio para alojar y mantener el embarazo. Luego del procedimiento, deberá estar bajo controles médicos estrictos y recibir cuidados especiales en casa.

Si bien Olguita ha recibido mucho apoyo y cuenta con una base económica para cubrir parte del tratamiento, todavía le faltan recursos para cubrir la totalidad de los costos. Hoy queremos invitarte a que le ayudemos con una donación económica destinada a medicamentos especializados, exámenes adicionales y otros gastos, ninguno de los cuales cubre su seguro médico. Los costos detallados son los siguientes:

Medicamentos especializados: $7’500.000
Exámenes adicionales: $1’500.000
Transporte y cuidados especiales: $1’000.000
TOTAL: $10’000.000

Parece una cifra muy grande, pero sabemos que entre todas y todos podemos ayudar. Cualquier donación (¡de veras, cualquier donación!) será mucho más que bienvenida. Puedes realizar tu aporte en cualquier momento a la Cuenta de Ahorros de Bancolombia N.° 91200988839 a nombre de Olga Marcela Cruz, o a Nequi con el celular 3134709095. Te estaremos contando por redes cómo va la colecta. ¡Gracias, gracias, gracias!

Si quieres conocer más de esta historia, puedes consultar mis redes y mi blog:
Instagram y Facebook: @lolatejedoramspe 

domingo, 1 de mayo de 2022

Los objetos tiernos de la dificultad

Les voy a contar la historia de hoy a través de unos objetos, unos muy tiernos. Yo fui guía de museo durante varios años y eso fue lo que aprendí a hacer: escudriñar la historia de cada objeto y contar una historia a través de eso. Como todo ha sido tan bonito, tan triste, tan difícil y tan potente estas últimas semanas, necesito un hilo conductor para describirlo. Me acordé de los objetos tiernos de la dificultad que he venido recopilando por años y les tomé una foto (una muy mala foto, porque la foto es lo de menos), para poder escribir estas líneas a través de ellos.

Desde hace casi 10 años tomé la decisión de ser madre sin pareja, básicamente porque me di cuenta que lo que más anhelaba mi corazón era tener hijos, pero no quería tener una relación ni conformar un hogar con otro adulto. Entonces averigüé muchas opciones, hablé hasta el cansancio con quienes quisieron escucharme, junté las piezas del rompecabezas y tomé la decisión de iniciar la travesía más retadora y más hermosa de mi vida. Pero todo ha sido más difícil de lo que esperaba y el tiempo está pasando. No estoy lista aún para darme por vencida, pero he tenido que encontrar formas para mantener la esperanza. Entonces empecé a comprar cosas, pequeñas cosas escogidas con cuidado y con intención. Cada vez que se presenta una dificultad en el camino compro un pequeño objeto para bebés y ratifico la promesa que me hice a mí misma hace casi 10 años: que haría todo lo que estuviera en mis manos para ser madre.


Este juego de platos, cubiertos y vaso de pollito lo compré al poco tiempo de decidirme, por consejo de María Angélica. Creo que ese día oficializamos el llamarle "Pollito". Habíamos estado hablando de que en ese momento no era posible buscarle, acababa de empezar un doctorado y no iba a tener la beca con la que contaba: era imposible cursar los estudios, trabajar para sostenerme y tener un bebé sola.



Este saquito lo compré en España cuando tuve las primeras dificultades para concebir. Me sentía muy sola estando tan lejos y en medio de algo tan difícil. Pero ver esa prenda tan pequeñita y tan blanca me parecía como mágico, me llenaba de esperanza. Ahora debe sonar muy cursi, pero en su momento fue la prenda más poderosa que haya podido encontrar al otro lado del océano.


Creo que podemos reconocer que tenemos debilidad por las medias y zapatos de bebé. No conozco la primera persona que no crea que son muy tiernos. Estas medas blanquitas venían en un empaque con 2 pares. Las compré cuando regresé a Colombia y me enteré de que tenía síndrome de ovarios poliquísticos y por eso no podía concebir. Fue la primera vez que supe que iba a ser realmente difícil lograrlo. Todo parecía muy complicado en ese momento y me parecieron un lindo símbolo de lo que se veía en mi horizonte: pasitos pequeñitos hasta resolver todo lo que estaba mal. Uno de los dos pares está en la urna que creé cuando perdí mi primer embarazo unos años después, están con los recuerdos de Lucerito, mientras que el otro par me acompaña en el cajón de los demás objetos tiernos de la dificultad.


Esta pequeña camiseta llegó unos días después de sustentar la tesis doctoral. No tiene nada que ver con eso, en apariencia, pero por esa época sabía que el daño emocional que me había causado el proceso de terminar el doctorado iba a tardar un tiempo en sanarse y era imposible cumplir con mi sueño en aquel momento. Cada mes que pasaba con esa sentimiento de no poder avanzar ni hacer nada para lograr mi propósito, compraba una prenda. Fue mi estrategia para superar el duelo por Lucerito y para reparar mi capacidad de ilusionarme en medio de la crisis vital que atravesaba. Hay muchas prendas de diferentes tallas y colores.



Cuando inició la pandemia, alcancé a comprar este jueguito de pañuelos para el cuello. Creo que veía venir los contratiempos y la crisis que eso suponía. Aunque tenía por fin un nuevo trabajo muy prometedor y que me iba a dar un año de tranquilidad y recursos para iniciar de nuevo la búsqueda del embarazo, intuía que los siguientes meses serían complicados y grises. Así lo fueron los siguientes 18 meses.


Cuando por fin pasó la tormenta de la pandemia y empecé a tener de nuevo la posibilidad de, si quiera, pensarlo, acudí a la clínica de fertilidad para reiniciar el viaje. Todo era muy prometedor, excepto porque en los siguientes meses el trabajo se hizo muy complejo y supe que no iba a funcionar en ese momento, tenía que reorganizar mi vida en varios aspectos y cerrar algunos capítulos. Compré estos muñecos y me despedí de la vida académica -por fin- con la promesa de abrirle un nuevo espacio en mi vida al sueño. Pasaron 6 meses más.


Cuando por fin regresé a la clínica, me ordenaron nuevos exámenes. Claro, no podía ser tan fácil: de nuevo malas noticias médicas y otra ronda de semanas de preocupaciones y de ese sentimiento que mezcla la impotencia y la frustración. Durante varios días dormí con esa cobijita en los brazos para sentir que el deseo seguía siendo más fuerte que el miedo y que el dolor.



Este corderito rosado y suave fue el último objeto que llegó a la colección. Lo compre al día siguiente de enterarme que el primer tratamiento de esta nueva etapa no había funcionado. He recibido muchas pruebas de embarazo negativas y todavía duelen intensamente. Ahora el panorama es más complejo, pero todavía hay un panorama. O al menos eso me repito a diario mientras observo y recuento los objetos tiernos de la dificultad.