Miedo, tiempo y (no) hacer (nada)
Quiero tener tiempo, no quiero tener miedo y quiero (no) hacer (nada) más. Todo se siente más confuso en estas semanas a medida que se acerca la fecha de una nueva transferencia embrionaria.
Hacer un tratamiento de reproducción asistida es muy difícil, hacerlo sin un trabajo estable es imposible. Pero hacerlo intentando conciliar el trabajo es muy, muy difícil, es agotador. Si la conciliación es difícil teniendo ya al bebé en brazos, imagínense intentar conciliar con un proyecto de bebé. Los espacios laborales no están sensibilizados con este tema, no es fácil explicarlo en ningún entorno y menos en ese. Mucho menos si involucra duelos, lo cual va a pasar tarde o temprano. No he empezado el nuevo ciclo y ya estoy llena de angustia por las incapacidades, por las ausencias, por los días de reposo, por cómo haré las tareas diarias del trabajo sin ponerme en riesgo.
No necesariamente lo saben, pero una mujer en medio de un tratamiento de estos está tomando medicación que muy seguramente le produce malestares, le da sueño, o náuseas, o dolor de cabeza; tiene que inyectarse y tomar medicamentos a horas específicas y en condiciones específicas. Por momentos necesitará ir a la clínica a diario o día de por medio. Necesita cuidados en sus desplazamientos, en su alimentación, en sus rutinas. Eso sin contar que está asustada, cansada, ilusionada, triste y feliz, preocupada, todo al tiempo. No, nuestro sistema no está preparado para conciliar eso con la productividad y, en general, los ambientes laborales no están preparados para ello: nos cuesta hablarlo, no sabemos qué hacer o decir, no pensamos que puede estar cerca.
Hace poco apareció un nuevo miedo: más bien como dos angustias hermanas: la de no hacer algo y que eso hubiera podido ser lo que marcara la diferencia, y la de hacer mucho y saturarme, porque realmente ya no sé qué más hacer. Angustia de (no) hacer (nada) más. Mientras siento que no debo ni quiero tener que pensar en hacer más cosas para que "sea", pienso también que no sé qué más hacer, ni a quién más pedir y cómo ofrendar más.
Tal vez es que la búsqueda de mi maternidad me ha empujado a cuestionar todo, a temer todo, a esperar para todo. A hacer mucho pero no a no poder hacer nada (más).
Hoy me encontré la cuenta de @fertilit-arty y sus ilustraciones, a pesar de estar en inglés, resonaron con estos sentimientos de las últimas semanas. Hoy acompaño este escrito sencillo con algunas que describen muy bien lo que siento.